23 jul 2016

9 DÍAS EN POLONIA. CAPÍTULO III: CRACOVIA-MINAS DE SAL DE WIELICZKA-CRACOVIA

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DÍA 3º) – JUEVES 14/07/2016




8:40 salimos del hotel nos dirigimos al parking para recoger el coche e ir a las minas de sal de Wieliczka. Pago del parking 60 zl por 2 días. 

Distancia a las minas: 11,1 kms. desde el hotel.


Dirección de las minas para GPS: Danilowicza, 20 – Wieliczka, si aparcáis en el Parking 2, esa es la dirección  oficial que viene en la página web pero tiene más entradas, de hecho nuestro acceso fue por la calle Edwarda Dembowskiego, 22, para aparcamientos en el parking núm. 1, que fue el domicilio que nos dio la chica donde compramos las entradas.

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Día lluvioso de camino a las minas. 

Llegamos al parking nº 1, hay tres. Al entrar justo a la derecha nos encontramos la Torre de Graduación cuyas entradas habíamos comprado el día anterior en la oficina del centro junto con las de las minas de sal.


La torre se ve en un ratito y más en un día lluvioso como hoy que no puedes pasear y caminar por las pasarelas exteriores sólo ver el interior, es interesante por todo lo que conlleva y las propiedades curativas que tiene pero la verdad es que no tiene demasiado interés o no merece mucho la pena su visita si no vas a estar allí bastante rato respirando los vapores de endrino / abedul.

Pongo aquí esta información que he encontrado en Internet para que todos los que no lo sepáis como yo, aprendamos un poquito a cerca de las torres de graduación.
Las torres de graduación o torres de microclima son unas construcciones hechas de madera de coníferas (pino, abeto, ramas de abedul) que cuenta con un dispositivo de bombeo de salmuera.
La solución salina se deposita mediante bombeo en las ramas de coníferas dispuestas en la construcción de madera. Su excedente se acumula en el canal de flujo montado en el suelo. La salmuera es distribuida a modo de evaporación intensiva, creándose así aerosoles sanos con propiedades altamente curativas gracias a la capacidad de sus moléculas de penetrar en el cuerpo a través de las membranas mucosas y la piel. Así, el aire dentro de la habitación se satura con yodo, bromo y una amplia gama de otros microelementos tales como magnesio, sodio, potasio e hierro.
Alrededor de la torre se genera un microclima único, que es el resultado natural del goteo de la salmuera y de la circulación de aire que provoca la evaporación, descomposición de las moléculas de sal y, por último, la ionización negativa del aire.
Las torres de microclima se utilizan en la prevención y tratamiento de enfermedades del sistema respiratorio superior, sinusitis, enfisema pulmonar, hipertensión, neurosis vegetativa y en caso de agotamiento general. En el caso de personas sanas, las inhalaciones pueden mejorar aún más su estado físico y brindar la inmunidad a su organismo.
Torre de Graduación. Exterior
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Torre de Graduación. Interior

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Torre de Graduación. Pasarelas exteriores

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Torre de Graduación. Vistas desde arriba

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Cómo nos sobró bastante tiempo hasta las 11:20 que teníamos nuestro tour en español para la visita a las minas, nos sentamos en una cafetería a tomar un cafelito y esperar nuestra hora (12 pnl 2 expresos).

Minas de sal de Wieliczka


Declaradas Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1978, las minas de sal de Wieliczka fueron visitadas por primera vez en el siglo XV y actualmente constituyen uno de los lugares más visitados de Polonia con más de 800.000 visitantes al año.

Wieliczka forma parte de las minas de sal más antiguas del mundo y han sido explotadas sin interrupción desde el siglo XIII hasta el día de hoy.
Las minas, conocidas con el sobrenombre de "la catedral subterránea de la sal de Polonia”, cuentan con una profundidad de 327 metros y una longitud de más de 300 kilómetros de laberínticas galerías a lo largo de los cuales se encuentran cámaras y capillas con hermosas figuras esculpidas que ilustran la historia de la minería de la sal.
Nos pusimos en cola y entablamos conversación con tres españoles que estaban también esperando el tour, así se hizo más ameno y pasó el tiempo más rápido.

Llegadas las 11:20 apareció Mónica, nuestra guía, una chica de aspecto físico totalmente polaca, por supuesto polaca,  pero que hablaba un perfecto español,  muy simpática, se presentó como nuestra guía. Enseguida fuimos al interior del edificio donde nos entregaron el aparatito donde enchufamos el auricular para amplificar la voz del micro de Mónica.

Quiero comentaros que las colas para sacar los tickets eran bastante largas, hicimos bien en llevar los tickets comprados del día anterior en la oficina del centro de la ciudad, sin colas y sentados tranquilamente hablando con la chica, informándonos de todo lo que necesitábamos.


Pues bueno como decía, la visita comenzó y aunque a priori no era una cosa en lo que yo estaba especialmente interesada lo hicimos porque me convencieron colaboradores del foro de los viajeros que siempre me sirven de gran ayuda para todos mis viajes y me fíe de ellos.

Realmente no me arrepiento ni mucho menos de haber ido, es algo que hay que ver pero ya algunos me lo dijeron y yo iba con ese presentimiento que al final me lo demostró, un lugar interesante pero excesivamente turístico.

La ruta turística consta de un recorrido a través de 3,5 kilómetros de galerías a lo largo de los cuales se ven 22 cámaras con lagos subterráneos, antiguas herramientas y máquinas y diferentes esculturas y bajorrelieves realizadas por los mineros con bloques de sal.

Aunque recomienden que se lleve ropa de abrigo ya que la temperatura en el interior de las minas oscila entre los 14 y 16º, a mi me pareció una temperatura perfecta y fui todo el trayecto en maga corta sin tener frío salvo cuando se pasaba por algún sitio donde había una pequeña corriente.

El itinerario comprende unos 800 escalones, de los cuales 380 se encuentran al principio. Hay que llevar zapato muy cómodo.

El momento más sorprendente del recorrido llega con la visita a la Capilla de St. Kinga, una impresionante sala de 54 metros de longitud que cuenta con una exquisita decoración realizada a base de sal.

Aunque las fotos, debido a la oscuridad del interior no son de muy buena calidad, pongo aquí algunas para recuerdo y que os hagáis una pequeña idea.

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Si te pones a pensar lo que hay allí creado a 135 metros de profundidad y las obras de arte que te encuentras es realmente fantástico, en la Capilla de St. Kinga hay incluso WI-FI!!!

Hay cosas que sorprenden más que otras porque ya he visto muchas cuevas en mi vida y muchas grutas y minas y, salvo algunas cosas que me parecieron realmente espectaculares,   me identifico con un comentario que escuché a una de las 35 personas que íbamos en el grupo de español que me llamó mucho la atención y que realmente yo lo calificaría así: “es como un espectáculo de Port Aventura”.

Al terminar el tour, te dan la opción de la ruta corta (salir inmediatamente) y la ruta larga pasando por un sitio de juegos para niños, otra sala... en fin algunas opciones más para pasar más tiempo allí.

Nosotros optamos por la ruta corta, que yo me río de esa ruta corta.

Para empezar te encuentras que obligatoriamente tienes que salir  por el restaurante y aparte de tener muy buena pinta,  oler muy bien y ser la hora  de comer ya estaban las tripas haciendo gluglú y decidimos sentarnos a comer porque al ser self-service lo teníamos mucho más fácil para  tomar comida polaca sin equivocarnos con  lo que pedíamos.

Optamos por dos filetes de cerdo en salsa, uno con patatas cocidas y otro fritas. Estaba bastante tiernecito y muy bueno y un par de cervezas todo ello a muy buen precio, nos costó 56 zl (13,24€).

Después de comer comenzó nuestra ruta en busca de la salida, pasillos y pasillos de mina hasta llegar al ascensor donde nada más que había  dos cabinas para las personas que íbamos de forma individual, en la que en cada una de ellas cabíamos 6, más o menos con lo cual era bastante lenta la salida.

Dato curioso: Son los ascensores originales y tienen dos plantas, uno encima del otro.

Bueno,  una vez fuera,  recogimos el coche y también fue un poco sorprendente el pago del parking,  no nos habíamos dado cuenta a la entrada que el precio era por horas a 5 zl la hora, así que desde las 9:14 que picamos hasta las 14:00 pasadas, fueron 6 horas allí el coche metido,  pagamos 30 zl.
Si hubiéramos sabido esto antes, lo mismo hubiéramos preguntado el precio en un par de Parkings que nos habíamos encontrado a la izquierda antes de llegar a las minas y que parecían que no era uno de los tres parkings oficiales,  probablemente fueran más baratos.

Al coger el coche, nos fuimos directamente para el barrio de Nowa Huta
Nowa Huta. Este barrio nace al finalizar la 2ª Guerra Mundial, cuando las autoridades comunistas se hicieron con el gobierno de la ciudad, ordenaron levantar una especie de conglomerado industrial donde mantener controlados a obreros y campesinos bajo el pretexto de dotarles de unas mejores condiciones laborales.
Alojó a más de doscientas mil personas, dando origen a una de las ciudades dormitorios más representativas del régimen soviético.
En un principio se creó como ciudad independiente de Cracovia pero acabaría integrándose en ella como un barrio más en los años cincuenta.
Una visita a Nowa Huta está más bien indicada para aquellos nostálgicos del Este e interesados por la arquitectura, estética e iconografía comunista.
El barrio, con sus grandes avenidas, es un ejemplo de ciudad planificada y funcional. Los edificios administrativos, escuelas, bloques residenciales y avenidas están ordenados simétricamente en forma de abanico desde la Plaza Central (la Plaza Ronald Reagan).
En realidad no pensábamos hacer una ruta a pie, es bastante grande y no tiene nada que ver, era por la curiosidad de ver los edificios de estilo soviético, mamotretos de hormigón, sin ninguna estética, muy funcionales.

Primero paramos e la Iglesia del Arca de Nuestro Señor (Kosciol Arka Pana), se encuentra en la calle Obronców Kryza.

Se trata de la primera iglesia que se levantó en el barrio después de conseguir el correspondiente permiso soviético y que no se terminó hasta 1977, fecha en la que fue consagrada por el entonces Cardenal Karol Wojtila

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Me llamó la atención por su arquitectura tan moderna siendo un país tan católico y tradicionalista. Muy despejada interiormente, pero sobre todo su Cristo de 8 metros de altura con esa forma tan rara saliéndose el típico crucificado.  Era muy luminosa también por sus grandes cristaleras modernas. Me daba la impresión de estar dentro de un panal.

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De allí nos fuimos para la plaza principal del barrio que está un poquito retirada, la Plac Centralny de trazado pentagonal, hasta llegar allí me pareció que me había transportado a Berlín,  a la zona del este, con amplias avenidas, con dos o tres carriles para cada dirección, jardines, pisos a derecha e izquierda y en la zona central un espacio bastante grande también reservado para los tranvías, exactamente igual que en Berlín como dije antes.

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Una vez satisfecha nuestra curiosidad de ver el barrio comunista con su iglesia moderna (aunque sólo viéramos una pequeña parte porque es muy grande), nos fuimos para el barrio de nuestro hotel,  aparcamos el coche donde lo habíamos recogido por la mañana y como estábamos muy cerca del barrio judío  (Kazimierz), fuimos a dar una vuelta que se nos agotaba el tiempo en Cracovia y aún nos quedaba mucho por ver.
Kazimierz
Kazimierz, foco de la cultura judía durante mucho tiempo, fue una de las zonas que más sufrieron la invasión nazi durante la Segunda Guerra Mundial, ya que la mayor parte de sus habitantes fueron deportados al gueto de Porgorze.
 Al finalizar la guerra, Kazimierz quedó en un estado totalmente decadente, y no fue hasta el rodaje de "La Lista de Schidler" cuando comenzó su recuperación. Actualmente el barrio es una de las zonas de Cracovia más populares tanto para vivir, como para ir a cenar o salir de fiesta, especialmente entre el ambiente estudiantil.
Los principales puntos de interés de Kazimierz son sus 7 sinagogas, el Museo Judío Galicia y la plaza nueva.
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Llegamos a la calle o plaza Szeroka, seguía tan ambientada como la noche anterior, ya por la hora estaban a punto de cerrar todas las sinagogas y como sólo nos daba tiempo de ver una, elegimos una de las más bonitas, la Sinagoga Tempel, situada en la calle Miodowa, 24. 

El precio es 5 pln, creo que también esta era la más diferente el resto son más parecidas a las del barrio judío de Praga.

Sinagoga Tempel

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Combina un elegante estilo neorenacentista con atractivos elementos moriscos, la Sinagoga Tempel fue construida en el siglo XIX por la Sociedad de Judíos Progresistas para convertirse en la sinagoga más joven de Cracovia.

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Terminada nuestra visita nos sentamos en el bar Zenit de la misma calle,  (Milowa, 19) a tomar un refrigerio. Me llamó la atención que pedí un Nestea o ice tea, y me trajeron uno hecho por ellos, no el típico comercializado en las latas. El ice tea y una tónica 15 pln.

Después de esto casi podíamos dar por concluidas nuestras visitas a Cracovia y nos habían quedado tantas y tantas cosas por ver, que evidentemente en dos días no daba tiempo a todo, pero teníamos que dosificar los días de vacaciones entre todas las ciudades polacas que queríamos visitar, claro que no en profundidad porque para ello habría que estar mucho tiempo allí pero sí lo más importante para hacernos una idea del país en general.

También me gustaría decir que este viaje nos lo hemos tomado un poco más tranquilos, ver todo lo que podamos sí, pero sin agobios, ya vamos siendo más mayores y se acabó esa agonía de ver, ver y ver cosas, ahora queremos disfrutarlas más.

Nos fuimos relajadamente (aunque empezaron a caer unas gotas) de nuevo para el centro. Nos sentamos en una terraza en las arcadas de la plaza de los paños (plaza del mercado), Kawiarnia Noworolski, desde donde teníamos una espectacular vista de las torres de la Basílica de Santa María y como ya comenté en el capítulo anterior, a las horas en punto sale “el bombero” a tocar su melodía que interrumpe repentinamente. Esta vez pudimos tomar con el zoom la ventanita exacta que se abre para tal fin.

Las dos cervezas de 0,33 costaron 18 pln, bastante baratas comparada con el resto de Europa y teniendo en cuenta el lugar donde nos encontrábamos.

Arcadas de la Casa de los Paños y una de las torres de la Basílica de Santa María.

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Otra vista de la Casa de los Paños y de la Torre del Ayuntamiento
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Ya llegó la hora de cenar y optamos por un Restaurante recomendado por  TripAdvisor, Dobra Kasza Nasza , en el número 28 de la plaza Rynek Glowny.

Es un restaurante con una decoración muy bonita, tranquilo, con un buen servicio, donde puedes optar comer en el interior o en el exterior en un patio al final del local.

No es que fuera barato, pero era un local idóneo para pasar de forma romántica nuestra ultima noche en Cracovia. Nos tomamos un plato de kurczak grilla  (pollo a la parrilla) cada uno y una botella de vino por 118 pln (28,09€).

Y ya de regreso al hotel nos pilló mi hora preferida de las fotos, la hora azul, recién comenzado el anochecer y no pudimos evitar sacar nuevamente fotos a los mismos lugares que ya lo habíamos hecho durante el día, aunque algunas de las fotos no sean de una calidad muy buena.

Como somos muy madrugadores, no somos trasnochadores, por lo que no siempre podemos hacer fotos de noche a los edificios principales. Soy de la opinión de que los monumentos hay que verlos dos veces, de día y de noche con diferentes luces.

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