28 jul 2017

JAPÓN. CAPÍTULO XIII: KIOTO / 10.07.2017

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Día 10/07/2017 Lunes


Hoy nos tocaba la visita del Kioto Oeste, para ello tomamos el tren JR en la estación de Kioto hasta Saga-Arashiyama. Está como a unos 10 kms. y en 15' estábamos allí.

Este fue el recorrido a pie que hicimos desde que nos bajamos del tren a las 08:00 de la mañana hasta las 12:25 que tomamos un taxi para dirigirnos a la zona noroeste, un total de 4,3 kms. aproximadamente.


Calles adornadas cerca de la estación.



A 200 m. de donde nos apeamos del tren, paramos a desayunar en un bar llamado "Coffe Shop Hirose" (4-1 Sagatenryuji Imahoricho Ukyo-Ku).

Nos pareció realmente auténtico, tenían un café y unas tostadas buenísimos, con una clientela peculiar, se supone que habitual, no turistas y sobre todo lo que nos llamó la atención fueron sus amables propietarios (o personas que atendían el servicio), bastante ancianos, ya lo he comentado en otras ocasiones. Podéis ver sus fotos en el link que os pongo de Tripadvisor.



Muy cerca de allí (a unos escasos 100 m del café), estaba la estación Randen Saga, teníamos que pasar por ella y nos encontramos con una bonita y colorida sorpresa.

¡Que estación más maravillosa! Estaba llena de pilares con estampados muy diversos.


Al principio pensamos que eran de papiroflexia, tampoco teníamos ni idea si se trataba de algo que está siempre o era puntual por algún festival o exhibición.

Nos pareció tan bonita, que simplemente nos limitamos a pasear por allí y hacer un montón de fotos desde todos los ángulos. 

Después, al hacer este post, me he enterado de que si bonita es de día, la visita nocturna es aún más impresionante cuando se encienden todos los postes con las lámparas LED y todo el lugar se convierte en un bosque místico de luz. 

Se trata del "Bosque de Kimono".y es una decoración que consiste en pantallas textiles teñidas en el estilo tradicional de Kyo-yuzen. 


He encontrado un artículo donde lo explican perfectamente podéis pinchar en el link anterior si tenéis interés.


Estación Randen Saga, Bosque de Kimono




Este es el tren turístico de Sagano también llamado ‘Tren romántico’, ‘Tren panorámico’ o ‘Tren Torokko’. Es una línea ferroviaria paralela al río Hozugawa que circula entre Arashiyama y Kameoka. 

Nosotros en ese momento lo desconocíamos pero cuando llegamos a la estación final fue donde nos enteramos de que también existía la posibilidad de ver esta zona en tren y en barco por el río.





Estanque de energía






Carril del Kimono








Después nos dirigimos al Centro de Arashiyama, pasando por unas calles comerciales hasta llegar al puente Togetsukyo, que significa “puente que cruza la luna”


El puente atraviesa el río Katsura y es una reconstrucción (de la década de 1930) de un puente del periodo Heian y queda precioso con las montañas de telón de fondo. 

Puente de Togetsukyo









Muy cerca de allí nos fuimos para la visita del primer templo del día, el Tenryu-ji.


Tenryu-ji Temple

Se considera uno de "cinco grandes templos Zen de Kyoto" , el más importante de la zona y también es Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Su entrada son 600 yenes.

Tenryu-Ji significa “Templo Celestial del Dragón”. Es un complejo bastante grande, que consta de varios edificios. Alrededor de ellos hay un hermoso jardín Zen, diseñado por el maestro Zen Muso Soseki en el siglo XIV.






















Justo al norte del Tenryuji hay un pequeño bosque de cañas de bambú, atravesado por unos caminos que conducen a la Okochi Sanso Villa.


Bambusal de Sagano




Perderse por estos caminos y disfrutar de la naturaleza en sus distintas tonalidades verdes, no tiene precio.


En el bosque se Sagano se encuentran alrededor de 50 variedades de estas cañas, algunas superan los 20 metros de altura filtrando la entrada de los rayos de sol. 

El viento pasa entre los tallos dotando al entorno de un sonido particular, tal es así que los propios japoneses han votado este sonido como uno de “los 100 sonidos que hay que salvar de Japón”.






En un entorno tan simple pero tan bonito es habitual encontrarte parejas ataviados con sus kimonos haciéndose un reportaje fotográfico. Desconocemos si se trata de algún tipo de festejo, compromiso, publicidad o tal vez sean los novios de una boda posando para su foto nupcial.



Llegamos a Okochi Sanso Villa que es la antigua residencia de un famoso actor japonés del siglo XX, Okochi Denjiro. La admisión costaba 1000 yenes, un poco cara y como no lo conocíamos ni teníamos mucho interés, pasamos de largo y nos fuimos hacia el siguiente destino.


Justo en este punto nos encontramos una estación. Es donde llega el tren turístico de Sagano que comenté antes. Aquí pongo el mapa y el cuadro de horario. 

El tren realiza un trayecto de unos 7 km en 25 minutos, porque lo importante no es el destino, sino disfrutar del trayecto.



Atravesando plena naturaleza a través de estrechos caminitos entre lagos y bosque, llegaríamos al Templo Nison-in.





Cómo no podían faltar las tapas de las alcantarillas decoradas, aquí acorde con el lugar donde se encontraba.






Templo Nison-in.






Nison-in, cuyo nombre oficial es Ogurayama Nisonkyoin Kedai-shi. Fue fundado entre los años 834 y 837.


El templo es conocido por dos imágenes, de hecho el nombre nison quiere decir “dos imágenes reverenciadas"  y tiene su origen en las dos divinidades consagradas, Shaka Nyorai (Hakken) que aparece en el momento de nacer las personas en el tempo, y Amida Nyorai que acude a recibir al paraíso a quienes fallecen en el templo (Raigo), y son tesoros nacionales.






Nison-in también es famoso por su antiguo cementerio, que incluye las tumbas de los emperadores y los miembros de la aristocracia.














La siguiente visita siguiendo la ruta que describí al principio, es al Templo Gio (templo del musgo). 


Templo Gio (templo del musgo)






Gio-ji es un templo tranquilo, rodeado de árboles, un  bambusal y un exuberante jardín de musgo. Es pequeño y sencillo, a mi particularmente me encantó, al natural es mucho más bonito que en las fotografías, en estas no se aprecian las distintas e intensas tonalidades de verdes, pero si no pilla cerca y te lo pierdes, no es de los imprescindibles.


















 




Continuamos callejeando un poco por la zona hasta llegar a Toriimoto street, calle que conserva la estructura y atmósfera tradicionales.


Estas fueron unas de las pocas papeleras que encontramos y le hice las fotos por dos motivos: uno por la extrañeza de ver una papelera y segundo por lo bonitas que eran hechas de bambú que no desentonaban con el entorno.











Tomamos un taxi que nos llevó a nuestro siguiente destino (4,7 kms. aprox.) a la zona noroeste y más concretamente al Templo Ninna-ji. 


Pongo de nuevo la identificación del taxista, más que nada para que veáis que todos los que tomamos eran conducidos por señores bastante mayores que en cualquier otro lugar si no están jubilados a esa edad, estarían a punto de hacerlo.



Templo Ninna-ji


Lo cierto es que a pesar de haber estado en la grandiosa puerta del templo Ninna Ji y haber visto su nios o guardianes, así como la gran explanada para su entrada, al final no recuerdo exactamente porque cambiamos los planes y no entramos, supongo que fue por problemas de horario y tuvimos que decidir cual veíamos , así que con las mismas, tomamos otro taxi y nos fuimos al siguiente templo el Ryoan-ji.











Templo Ryoan-ji.

Precio entrada: 500 yenes. Hasta lsz 17:00 horas

Al entrar, antes de llegar al templo, en su parte central, hay un gran estanque, original de la época Heian, que tiene un pequeño santuario.











Una de las atracciones principales del templo Ryoanji es su jardín seco (karesansui), probablemente uno de los jardines secos mas famosos de todo Japón, del que no se sabe ni fecha exacta de construcción ni quién fue su creador o ni siquiera su significado, puesto que el autor no dejó explicación alguna.

Es la típica imagen que ponen de muestra en todas las guías de Kioto como templo Zen imperdible, y bueno la verdad es que para los no entendidos vimos muchos tan bonitos como este, no comprendo la fama...


Según Japonismo.com, nos da una descripción que podemos entender un poco mejor: tiene forma rectangular y está compuesto de 15 rocas situadas sobre pequeños círculos de musgo rodeados de arena rastrillada, y encerrado por tres paredes de piedra y la zona de observación, con la particularidad de que es imposible ver todo el jardín y sus rocas con una sola mirada, tendremos que ir moviéndonos para ver todos los detalles. Siempre habrá alguna roca escondida tras otra.







Cuando entramos en el Hojo, después de quitarnos los zapatos y dejarlos en las estanterías dispuestas para ello,veremos una exposición de pintura caligráfica sobre el papel de las puertas correderas de las estancias con tatami.






También pasamos por pequeños jardines situados al lado y detrás del Hojo, uno de los cuales destaca por su pequeña pila de piedra cuadrada y su uso del agua.






Al terminar y antes de trasladarnos al siguiente templo comimos en un restaurante cercano pero no recuerdo el nombre, sólo me acuerdo que era muy pequeño y a priori parecía un sitio un poco cutre pero fue fantástico.


Atendido por dos chicos jóvenes súper amables y divertidos que nos enseñaron a hacernos nuestros propios okonomiyakis. Nos daban las espátulas contábamos los segundos que tenía que estar por cada cara y le dábamos la vuelta. Lo divertido era que nos iba trayendo los ingredientes uno a uno y nunca sabíamos cuando iba a terminar.



Este fue el resultado final y estaban exquisitas




Kinkajú-ji Pabellón de Oro

Entrada al templo con sus puestecillos de productos típicos y su microclima.



El Kinkakuji, Pabellón Dorado o Pabellón de oro en español, es uno de los templos más famosos de Kioto y visita obligada a cualquier turista que esté por la ciudad.

Es un templo zen situado al norte de Kioto que tiene la particularidad de tener las paredes exteriores de las dos plantas superiores recubiertas con pan de oro. El templo es tan espectacular que no nos  que fue designado como Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1994 y como Monumento histórico de la antigua Kioto. 
Cuando uno entra en el recinto del templo, se encuentra con el estanque llamado Espejo de agua (Kyoko-chi). El estanque está repleto de islas, piedras y pinos de estilo japonés que representan capítulos del budismo japonés, y al fondo el único edificio visible: el impresionante templo de oro cuyos tonos dorados se reflejan preciosamente sobre las aguas del estanque.
No me diréis que no es maravilloso.....














Esta foto me parece espectacular y creo que describe muy bien la impresión que me he traído de Japón: Mezcla de tradicionalismo con modernidad, esta chica joven vestida con su quimono y manipulando su móvil.





Sí, ya se que soy un poco pesada con fotos muy similares, pero cuando me gusta un sitio y me parece que he hecho pocas fotos por si no salen bien y al final me cuesta trabajo seleccionar sólo unas pocas.













Después de ver Kinkakuji desde el otro lado del estanque, se pasa por las antiguas habitaciones (hojo) del sacerdote principal, que son conocidas por sus puertas corredizas pintadas (fusuma), pero no están abiertas al público.


Una vez más, el camino pasa por detrás de Kinkakuji y atraviesa los jardines del templo, que han conservado su diseño original de los días de Yoshimitsu. Los jardines tienen algunos otros lugares de interés, como el estanque Anmintaku, que se dice que nunca se seca, y las estatuas donde las personas arrojan monedas para tener suerte.





Lanzamiento de la moneda






Templo Nanzen-ji

Al terminar en el Pabellón dorado, nuevo taxi y al Templo Nanzen-ji, sí es el mismo que estuvimos el día anterior y que llegamos tarde, justo cuando acababan de cerrar y la anécdota es que nos pasó exactamente igual pero ahora eran unos minutos antes (16:40 aprox. cuando habían cerrado al público a las 16:30), pero aún quedaban gente dentro hasta la hora de cierre final a las 17:00 horas y ya no admitían la entrada a nuevos visitantes


Sí, lo que estáis pensando, tres de nosotros nos colamos, nos aprovechamos de la bondad y escasa vigilancia de los japoneses para entrar tranquilamente y nadie nos paró. 

Eso sí, hicimos una visita super rápida, lo vimos todo deprisa, sin recrearnos demasiado y nos marchamos, pero ya eran dos veces las que intentábamos ver ese templo y Juanjo si no lo veía, le daba algo.

Se trata de un recinto enorme al que se entra por una inmensa puerta o sanmon. Más allá está el precioso jardín zen del Salto del Tigre, donde se constatará que la perfección existe. 





















El jardín zen del Nanzenji es conocido como el “Salto del Tigre”, ya que representa tres tigres (rocas grandes) y tres cachorros (rocas pequeñas) rodeados por agua (arena). 

Es cierto que es muy relajante con el silencio y el ambiente existente,  que te ayudan a meditar, pero con las prisas del turista no tienes mucho tiempo de experimentar esas sensaciones con la profundidad requerida. No obstante necesitaríamos al menos tres viajes para entender muchas de estas cosas orientales.












Delante del templo hacia el lateral derecho, se encuentra un gran acueducto de ladrillo en la antigua ubicación de la villa de retiro original del emperador Kameyama que incluye un mausoleo del mismo, una sala del templo y un jardín centrado alrededor de un estanque.


El acueducto fue construido durante el Período Meiji (1868-1912), y forma parte de un sistema de canales para transportar agua y mercancías entre Kioto y el lago Biwa











GION CORNER

Otro taxi hasta Gion Corner. 


Nos fuimos directamente al teatro donde teníamos intención de asistir a un espectáculo de maikos y de artes tradicionales japonesas.

Hay dos sesiones diarias de unos 50' cada una, a las 18:00 y a las 19:00. El precio es de 3150 yenes, unos 23 € pero cual fue nuestra sorpresa que no llevábamos suficientes yenes en efectivo y no aceptaban tarjetas de crédito, así que tuvimos que dejar el espectáculo para el día siguiente.




Como era una hora próxima al comienzo del espectáculo, nos quedamos por la plaza viendo como se acercaban algunas maikos ataviadas con sus trajes y pinturas listas para su actuación y les robamos algunas fotos.

   





Tomamos de regreso por la calle Hanamikoji Dori y los soportales de Shijo Dori, pretendíamos llegar a los edificios que veis en la foto siguiente que se encuentran pasando el puente Shijoo, pero nos entretuvimos viendo a un grupo que no sabemos que hacían si promocionaban alguna fiesta, se manifestaban... pues no lo se, la policía no nos permitía cambiar de acera y así llegamos a la oficina de cambio de dinero.






Para cenar elegimos un restaurante en Pontocho, la elección fue así al tuntun, sin mirar valoración en ninguna página ni recomendación alguna. 

El Restaurante se llama Kotoshi, os pongo el link de TripAdvisor donde la mayoría de los comentarios no son muy buenos.

Pero como cada uno cuenta la feria según le va...., a nosotros el lugar nos pareció bonito y la carta no estaba mal y realmente nos fue bien. 

No pedimos sitio y nos acomodaron en la planta de arriba en una sala con puertas correderas y con mesas estilo japonés con foso para poner los pies. 



Creo que lo que realmente encarece la cuenta, según he podido leer en TripAdvisor, es el comer en la terraza y/o comer carnes o menús completos. Yo no recuerdo que fuera tan caro pero es cierto que pedimos 4 platos para compartir pero en plan tapas o picoteo, como los que veis en la foto.


Terminado esto, nuevo taxi al hotel y hasta el día siguiente.....


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