1 ago 2017

JAPÓN. CAPÍTULO XVI: KIOTO-OSAKA / 13.07.2017



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Día 16º- Jueves 13/07/2017



Era nuestra última mañana en Kioto y nos quedaba una de las visitas más famosas y cuyas fotografías aparecen en todas las guías y folletos de viaje: el Santuario de Fushimi Inari.

Para llegar tomamos el tren desde la estación de Kioto hasta Inari Station, que se encuentra a unos 3 kms.

FUSHIMI INARI

El santuario sintoísta de Fushimi Inari Taisha, situado al sur de la ciudad de Kioto, es uno de los santuarios más conocidos e importantes de todo Japón, así como uno de los más antiguos y que existe desde el siglo VIII.


Inari es el dios del arroz y por consiguiente el patrón de los comerciantes, ya que en la antigüedad se asociaba tener una buena cosecha de arroz con tener prosperidad en los negocios.

Esto explica una de las características del santuario que más llaman la atención: los miles de torii que encontramos uno detrás de otro, por sus 4 kilómetros de caminos, que casi parecen formar un pasadizo techado y que han sido donados por comerciantes que ponen sus nombres, o los de sus negocios, en los toriis para que el dios Inari les sea propicio.

Al bajarnos del tren JR en la estación, a unos 200 m. nos encontramos el primer torí bermellón y continuamos hasta la Puerta Romon que se encuentra atravesando el segundo torí.




Puerta Romón



Como suele ser habitual en todos los santuarios dedicados a Inari, el zorro o kitsune es una de las figuras prominentes porque es el mensajero del dios Inari.


Así que nada más salir de la estación y de camino al santuario, encontraremos el primer kitsune pero también veríamos varios más en diversos puntos del mismo. A menudo suelen tener una llave en la boca, que representa la del lugar donde se guarda el arroz y, por lo tanto, la riqueza.






 

Después de pasar la puerta de acceso, llegamos al salón principal Honden, declarado Bien de interés cultural.







SEMBON TORI O CAMINO DE LAS MIL PUERTAS TORÍ

Comenzamos a caminar por ese inmenso túnel naranja de torís, intentando hacer sus 4 kilómetros de caminos, pero teniendo en cuenta que era verano y cuesta arriba, el calor era sofocante y la subida se hacía muy dura, no llegamos hasta la cima del monte Inari, así que a la hora aproximadamente después de haber pasado por el Torí de entrada, emprendimos el camino de regreso.


Santuario dentro del complejo del Fushimi Inari. 





Las puertas torii de color bermellón están pintadas siguiendo la técnica inari-nuri, igual que el santuario principal y es un lugar de gran espiritualidad. 


Desde el periodo de Edo (1603-1868), los fieles donan las puertas torii para solicitar y agradecer los favores de la deidad del santuario, creando así el famoso camino Senbon Torii o camino de las mil puertas torii que cubren todo el recorrido desde el santuario interior hasta la cima del monte Inari.




Y más y más  torís.....












Y siguen los torís.....












De regreso del interminable tnes de toris, que como dije antes, no llegamos a ver completo, volvimos a la estación de Inari para tomar el tren JR Linea Nara de regreso a Kioto, pero a Juanjo se le ocurrió (eso no estaba previsto) que cerca había un templo que tenía buena pinta.


Estaba sólo a dos paradas de tren desde Inari, así que nos bajamos en la estación de Tofuku-ji y anduvimos hasta el templo del mismo nombre. Sólo había 1 kms, unos 10/12' caminando pero hacía un calor espantoso, estábamos sudando como un pollo y se hizo mucho más largo. 

Lo cierto es que luego compensó porque tenía un puente de madera precioso, una arboleda con colores otoñales aún estando en julio y sobre todo sus cuatro jardines en otro edificio anexo cuya entrada había que pagar aparte.

Templo Tofuku-ji

Construido en 1236, el Templo Tofukuji tomó el "to" en su nombre del Templo Todaiji de Nara y el "fuku" del Templo Kofukuji. 

El área total actual del sitio es de 240,000 metros cuadrados, lo que lo convierte en el templo zen más grande de Kioto











Es precioso el colorido de sus árboles, y eso que era verano no quiero ni imaginarme como estará esta arboleda en otoño.
















Aquí cambiamos de edificio, pagamos nueva entrada para visitar estos cuatro hermosos jardines.


El Jardín del Sur

Este jardín en el frente del Hojo es la obra más artificial entre los cuatro jardines y se compone de cuatro rocas que simbolizan las islas Elysian, del este al oeste llamadas "Eiju, Horai, Koryo y Hojo" , colocadas sobre la arena de jardín "Hakkai" (que significa los ocho mares agitados) y cinco montañas sagradas cubiertas de musgo en la esquina derecha, el lado oeste.






El jardín occidental


Comparado con la rigidez del estilo Zen del jardín sur (de piedra seca), este tiene un estilo suave compuesto de musgo y arbustos de azalea recortados en un patrón a cuadros en imitación de "Seiden", una manera china de proporcionar la tierra.




 







El jardín del norte


Las piedras cortadas cuadradas y el musgo se distribuyen en un patrón a cuadros de pequeño tamaño. Este jardín se encuentra en el puente "Tsuten" y la garganta se observa como un valle teñido de otoño "Sengyokukan".







El jardín oriental

Siete piedras cilíndricas están dispuestas en el campo de musgo para representar a las estrellas principales del Gran Oso del cielo. Estas piedras fueron originalmente utilizadas en el otro lugar del templo.







Terminada la visita, tomamos un taxi hasta el hotel y esta vez, con todo nuestro equipaje en mano, nos dirigimos a la cercana estación de Kioto, donde embarcamos en tren hasta Osaka.


OSAKA

Osaka, que significa Colina grande, es la tercera ciudad más grande de Japón, después de Tokio y Yokohama. Se encuentra ubicada en la principal isla del archipiélago, Honshū, en la desembocadura del río Yodo en la bahía de Osaka. La ciudad es uno de los puertos y centros industriales más importantes de Japón. El núcleo del área metropolitana Osaka-Kōbe-Kioto, tiene una población de 18.644.000 habitantes.​
Llegamos a la estación Umeda y creo que es la estación más grande de todas las que vimos en Japón o al menos esa impresión nos dio a nosotros.


Al venir de la tranquilidad de Kioto y encontrarnos ese bullicio y trasiego de gente, centros comerciales, escaleras mecánicas por todas partes.... nos vimos un poco perdidos, nos costó trabajo encontrar alguna puerta que diera al exterior o quizás buscábamos del tirón la puerta por la que nosotros teníamos que salir, por proximidad a nuestro hotel y eso que no era nuestro primer día en Japón y ya teníamos experiencia en movernos por las estaciones.

Desde la estación, al ser una torre alta (foto de abajo) se divisaba nuestro hotel, pero era tan complicado llegar... había obras y teníamos que dar un rodeo bastante grande así que como íbamos con las maletas decidimos coger dos taxis, eso nos dio la oportunidad de comprobar el trayecto que nos ahorramos de ir caminando con el equipaje.

Lo cierto es que eso nos pasó por no informarnos bien. El hotel, era de superior categoría y tenía un servicio de autobús gratuito y con bastante frecuencia que nos llevaba a la estación. A partir de que nos enteramos lo usamos dos o tres veces.
Hotel The Westin Osaka


El hotel era fantástico, el de más nivel que estuvimos en todo Japón (no solo por la altura de la habitación). Nos dieron la planta 11 y las vistas eran realmente espectaculares.


Entre lo previsto para visitar en el día de hoy estaba el edificio Umeda Sky Building pero lo que desconocíamos era que estaba tan cerca de nuestro hotel, bueno, cerca no, cerquísima, pegado a él con lo cual al tener previsto subir para ver las vistas y como nos dieron la habitación tan alta,  teníamos una panorámica fantástica, como desde el Umeda, así que nos ahorramos la visita, sólo nos perdimos la experiencia de viajar en unas escaleras flotantes.

Umeda Sky Building.

El edificio Cielo Umeda, (Umeda Sukai Biru) es un rascacielo (decimonoveno más alto de Osaka), que es una de las imágenes más reconocibles de la ciudad.Tiene 173 m de altura y fue diseñado por Hiroshi Hara. 
Consiste en dos torres iguales de 40 pisos conectadas en su parte más alta con puentes y una escalera móvil cruzando el ancho atrio central. Corona el edificio una plataforma de 54 por 54 metros, perforada en su centro por un anillo acristalado.
El arquitecto quiso dar al edificio la apariencia de una ciudad flotante, para lo cual ideó el uso de cristales especiales en la parte superior del mismo que reflejan el cielo como paisaje exterior, contrastando con la cerámica opaca de su parte inferior. 
Fue construido por la Takenaka Corporation y terminado en 1993. El edificio ofrece un observatorio en el tejado «The Floating Garden Observatory». 




También en la planta baja del edificio Umeda Skay, a nivel de la calle, hay un mercado que quiere recrear la atmósfera de Osaka a principios del siglo XX, "Callejón gastronómico TakimiKoji". 

Entre unas cosas y otras al final se nos había hecho muy tarde para comer en Japón (eran sobre las 15:00 horas), así que decidimos comer en el mencionado mercado lleno de tiendas y restaurantes, que tenia buena pinta y era lo más cerca que teníamos, pero me temo que ya había pasado la hora y estaba bastante muerto, la mayoría de ellos  estaban cerrados.



Suerte que pillamos uno abierto y un chico muy amable nos hizo súper rápido una comida exquisita como veis en la foto.





Al terminar nuestra comida, nos fuimos  a dar una vuelta por el distrito financiero.

Vimos otra de las bonitas tapas decoradas que continuamente nos encontrábamos en todas las ciudades, en esta ocasión el motivo era, como no podía faltar, el castillo de Osaka.


Las curiosidades de Japón: El edificio que veis a continuación nos llamó la atención y resulta ser la recreación exacta de una capilla europea del siglo XIV, la capilla Goedele, que sobresale de la fachada del Hotel Monterrey.


Se encuentra en el octavo piso, aunque parece ser que sólo se usa para ceremonias de bodas, lo mismo que el hotel es típico para alojar a los invitados de las bodas que se celebran en la capilla.




Gate Tower Building

Es otra de las curiosidades de Japón, la salida Umeda de la autopista Hanshin pasa por los pisos 5, 6 y 7 del edificio Gate Tower Building, pero sin tocarlo.


La autopista se sostiene con soportes en el exterior del edificio, de forma que ambos nunca llegan a estar en contacto, y cuenta además con una estructura externa que evita ruidos y vibraciones en el edificio.







Hasta llegar de nuevo a la estación Umeda, continuamos paseando por el barrio financiero con sus muchas originalidades y atracciones para nosotros, como las autopistas elevadas y otras curiosidades.










Llegada a Umeda Station y tras laaaargas galerías subterráneas y pasillos, tomamos el metro, línea Midosuji hasta Namba Station, bastante caro por cierto. Hay bonos de un día creo que salen sobre unos 8oo yenes los días de diario y unos 600 los fines de semana, pero no lo compramos porque sólo íbamos a tomar ese, el regreso fue en taxi. 


Creo que ya lo he comentado en otras ocasiones, al ser cuatro nos salía bastante rentable tomar taxis y lo ahorrábamos en tiempo y ganábamos en descanso.

A escasos metros de la estación de Namba se encuentra el barrio o la zona de Dotombori, con el puente, canal y calle comercial del mismo nombre.

La calle peatonal Dotonbori y el canal adyacente, es una de las zonas más populares de Osaka, famosa con sus tiendas y restaurantes con llamativos carteles compitiendo entre si en tamaño y complejidad, siendo el centro de la magia luminosa de Osaka.

Es un barrio genial por la noche, con muchísimo ambiente, restaurantes, bares y clubes. Es popular sobre todo entre la gente joven.






En la zona del canal está el mítico cartel del atleta de Glico, convertido en la actualidad en un famoso punto de encuentro para locales y foto para turistas.


Glico es una compañía de confitería japonesa con sede en Osaka famosa por sus caramelos y los conocidos Pocky (Mikado en Europa). 

El principal emblema de la compañía y uno de los signos más característicos del barrio de Dotonbori es el Hombre de la prueba de los 300 m de Glico, un enorme cartel luminoso con una interesante historia a su espalda. 

Os cuento la simpática anécdota de su historia, que bicheando por Internet he dado con ella.
Resulta que un caramelo suele tener 15,4 kilocalorías, la cantidad de energía requerida por un hombre para recorrer exactamente 300 metros (calculado a razón de una persona de 1,65 m de altura y 55 Kg de peso recorriendo al trote). 
Su enorme cartel de luces de neón es un reconocido hito desde la construcción del área moderna de la ciudad en 1919 y aunque se mantiene más o menos fiel al original, ha sido modificado en muchas ocasiones con el fín de conmemorar grandes eventos como la Copa Mundo de la FIFA en el 2002 y para levantar y animar a los ciudadanos de Osaka para alentar a su equipo local de béisbol, los Hanshin Tigers.





Más fotos de calle Dotombori y el canal.



También es famoso el enorme cangrejo mecánico en la fachada del restaurante “Kani Dôraku” donde por cierto entramos a hacer reserva para cenar más tarde.



Conforme anochecía, iban cambiando las luces, se encendían los luminosos leds y parecía que estabas en otro lugar. Esta zona hay que verla dos veces, de noche y de día pero si no hay tiempo y hay que elegir una, por supuesto preferiblemente de noche.







No había que exprimirse mucho el cerebro para saber de qué era o cual era la especialidad de los restaurantes en calle Dotombori, pues la mayoría se publicitaban con un gigantesco muñeco o luminoso de su especialidad, ya fuera pulpo, sushi, cangrejo o pez globo por ejemplo.





Era muy divertido pasear por la bulliciosa calle aunque no fueras ni a comprar ni a comer, cosa complicada pues casi es imposible no picar nada. Sus bien presentados escaparates, fueran de restaurantes o tiendas, se metían por los ojos, así como sus originalísimos artículos. Puedes encontrar absolutamente de todo.











Nuevo paseo, esta vez nocturno por el puente Dotombori y alrededores


 







   

Por la tarde, cuando llegamos, nos encontramos estos barcos por el canal que nos llamó mucho la atención, pero no sabíamos que eran.




Más tarde, ya anochecido los volvimos a ver pasar, esta vez iluminados aún eran más bonitos. Después nos enteramos que se trata de uno de los 5 festivales que se organizan en Osaka en verano en la zona de Dotombori.



Este concretamente era el Festival de Namba Yasaka Shrine Summer Festival Funatogyo, una procesión a lo largo del río, desde Hiyoshibashi a Nipponbashi, de unos 20 barcos decorados con farolillos llenos de gente cantando y tocando tambores a lo largo de todo el trayecto.






También me ha sorprendido, que sin saberlo, hemos ido en pleno festival veraniego de Osaka, y otro de sus eventos era el Festival de la linterna, con lo que los 800 metros de longitud a lo largo del río Dotonbori se iluminaron con miles de lámparas (farolillos).



Alrededor de 1.300 linternas estaban colocadas desde el Puente Fukari (Yotsubashi-suji) hasta el Puente Nippon (Sakai-suji).





Otra vez el "Glico", pero ahora iluminado



Fotos curiosas. En otros lugares me da fotografiar rejas y como aquí no había muchas, me aferré a a los reflejos de los neones en el agua que de esos hay bastantes.

Parecen verdaderas obras de arte al más puro arte abstracto.




El puente Ebisu sobre el canal con su propio reflejo también.



Por fin llegamos al Restaurante Kani Dôraku, donde habíamos hecho nuestra reserva por la tarde. 



Todo muy protocolario y organizado, como en todo Japón por supuesto, nos recibe un chico que nos acompaña en ascensor al salón donde nos acomodaron para nuestra cena. 

Las vistas al Puente Ebasi eran espectaculares, con el bullicio de gente visto desde arriba y la claridad que emanaban de los leds.



Pedimos nuestra comida, aunque no recuerdo exactamente qué tomamos  (aparte de las fotos a continuación), sí me quedó el sabor de boca de como que pasó todo muy  rápido.

Comimos y nos marchamos pronto, enseguida te estaban dando la cuenta rápido para que te fueras, así que no pudimos disfrutar mucho tiempo de esas vistas que teníamos.

No fue una comida para hartarte sino más bien para picar y el precio un poco caro. La cena costó 12.376 yenes (unos 94 euros). Pero era una de las cosas obligadas en Osaka, probar su famoso cangrejo.



Terminada nuestra cena nos dimos una vuelta por otra de las muchas calles-tiendas que hay en Japón, en este caso la Galería Ebisu Bashi-Suji, que parte de la calle Dotombori frente al puente del mismo nombre.







Tomamos un taxi de regreso al hotel el que nos encontrábamos a una distancia de casi 6 kms. 

Fantásticas vistas que teníamos desde la ventana de nuestra habitación del hotel.



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